CÓMO ELEGIR EL MEJOR TEJIDO

A la hora de seleccionar una prenda, el tejido juega un papel fundamental en la comodidad, caída y longevidad de dicha prenda.

Pero, ¿cómo sabemos si un tejido es de alta calidad? Es importante conocer la densidad de las fibras que lo componen: cuantas más fibras se usen, más resistente será el tejido y más larga su vida útil. Puedes mirar la tela a trasluz y estirarla un poco para ver cuánta luz deja pasar: incluso los tejidos más ligeros, como la seda, si son de buena calidad dejarán pasar muy poca luz. Al contrario, los tejidos poco densos dejarán pasar mucha luz incluso cuando sean pesados, lo que resultará en una tela más frágil.

Naturalmente, un tejido de mayor calidad, al utilizar un mayor número de fibras, tendrá un coste más elevado, pero a la larga puede resultar más rentable debido a que resistirá al uso durante más tiempo.

En cuanto a los tipos de tela, tenemos las sintéticas, como la viscosa, el modal y el poliéster; y las naturales, como el algodón, la lana y la seda. Te preguntarás cuáles son mejores. Pues depende: un jersey de cachemir requiere un cuidado especial, pero es más transpirable, por lo que habrá que lavarlo con menor frecuencia que uno de acrílico; este último además tarda cientos de años en degradarse, al contrario que el cachemir, lo que lo hará más perjudicial para el medio ambiente al final de su vida útil. Sin embargo, si la producción del tejido natural no es sostenible, será muy perjudicial para el medioambiente. Por ejemplo, para fabricar un pantalón vaquero de algodón se necesitan aproximadamente 3.000 litros de agua.

Por todo ello, la elección del mejor tejido para ti es una decisión personal que dependerá de lo cuidadosa que puedas ser con la prenda, del uso que le vayas a dar y de tu compromiso con el medioambiente. Personalmente, trato de elegir tejidos naturales porque me resultan más agradables en la piel y especialmente en verano opto por el algodón y el lino, que resultan más transpirables y frescos que los tejidos sintéticos.

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