PEQUEÑOS ARREGLOS QUE MARCAN LA DIFERENCIA

Si ahora mismo abrieses tu armario, seguro que encontrarías al menos una prenda que no te pones nunca, pero que tampoco te decides a retirar.

Quizá te costó dinero, te trae un recuerdo o simplemente piensas que algún día te volverá a servir.

Cuando me pasa esto con una clienta, siempre le propongo tres opciones:

  1. Retirarla para hacer sitio en el armario.
    Tener espacio libre es clave para ver lo que realmente te pones y disfrutar de vestirte cada día — aunque si lees hasta el final, te cuento una alternativa más sostenible que tirarla a la basura.

  2. Guardarla aparte, si el problema es la talla o el ajuste.
    A veces pensamos que nos servirá “más adelante”, pero siendo sinceras, normalmente esa prenda se queda olvidada… y acabamos volviendo a la opción 1.

  3. Arreglarla.
    Y aquí es donde empieza lo interesante. Con algunos pequeños ajustes, una prenda puede transformarse y adaptarse perfectamente a ti.

3 ARREGLOS QUE PUEDEN DAR UNA SEGUNDA VIDA A TU ROPA

1. Acortar

Funciona con pantalones, faldas, vestidos, blusas o tops.

En los pantalones, es importante tener claro con qué calzado los vas a llevar. En las faldas o vestidos, ajustar el largo según tu altura y tipo de cuerpo puede hacer que te favorezcan mucho más.

En las blusas, modificar el largo o las mangas cambia por completo las proporciones y aporta ligereza.

2. Estrechar

Ideal para marcar la cintura si tu tipo de cuerpo es reloj de arena o pera.

En pantalones, un pequeño ajuste en la cintura cambia la forma en la que sientan.

Y si un vestido te queda demasiado suelto, bastan unas pinzas bien colocadas para devolverle la estructura y resaltar tu figura sin perder comodidad.

3. Modificar el escote

Si es demasiado pronunciado o no te hace sentir cómoda, unas puntadas de hilo o un pequeño corchete bastan para ajustarlo a tu gusto.

Pequeños gestos que te permiten llevar la prenda con seguridad y no al revés.

SI NO TIENE ARREGLO…

Antes de tirarla, piensa en otras opciones sostenibles:

  • Reciclar la tela para crear algo nuevo.

  • Donarla o regalarla a alguien que vaya a disfrutarla.

  • Venderla en plataformas de segunda mano para darle una nueva vida.

Cada prenda que recuperas o transformas es una forma de cuidar tu estilo, tu bolsillo y el planeta.

SOBRE MÍ

Soy Ainara González, asesora de imagen a domicilio en Euskadi.

Te ayudo a sentirte mejor con las prendas que llevas, redescubrir tu armario y construir una imagen coherente y real.

Si lo necesitas, contáctame sin compromiso: juntas encontraremos la forma de que tu ropa hable bien de ti.

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