TE HAN MENTIDO

Si me dieran un euro cada vez que alguien me dice que “a mi edad quedan mejor las faldas largas”, podría invitarte a cenar en un buen restaurante… y pagar la botella de vino.

La realidad es que si tienes más de 40 y alguien te ha dicho que las faldas largas son la única opción “correcta”, te han contado un mito de esos que la moda se ha encargado de repetir durante años hasta que parece verdad.

Y ya de paso, aprovecho para desmontar otra frase muy común: “A todo el mundo le queda bien [inserte nombre de prenda aquí]”. Tampoco es cierto. Lo que de verdad importa es tu tipo de silueta, tu centro de gravedad, tu altura y, cómo no, tu estilo personal.

Hablemos de faldas. Independientemente de la edad, una falda larga hasta el tobillo suele acortar visualmente la figura y cubrir partes de tu cuerpo que no necesitan esconderse. No es que esté “prohibida”, pero sí puede restarte ligereza y frescura.

En cambio, una falda que termine justo debajo de la rodilla o tipo midi alargará visualmente tus piernas y te dará un aspecto más estilizado, sin necesidad de mostrar demasiado. Es ese equilibrio perfecto entre comodidad, elegancia y proporción.

Y si tu silueta tiende a acumular volumen en la zona del abdomen, las faldas por encima de la rodilla pueden ser grandes aliadas: realzan tus piernas, que suelen ser más esbeltas en este tipo de cuerpo, y aportan un toque más desenfadado.

Siempre defiendo que debes vestir lo que te guste y te haga sentir bien. Si amas las faldas hasta el suelo, adelante, no hay reglas escritas en piedra. Pero si las eliges solo porque crees que “favorecen más a tu edad”, te invito a replantearlo.

Tal vez descubras que una falda más corta no solo te favorece, sino que también es más cómoda, ligera y perfecta para esos días de verano en los que lo último que quieres es sentirte envuelta en tela de más.